Austria acusa al gobierno Serbio de conspirar en el asesinato de los herederos al trono austríaco, y el 23 de julio manda un ultimátum al gobierno serbio con un plazo de dos días, de lo contrario, el Imperio Austríaco declararía la guerra a Serbia.
Las condiciones del ultimátum eran las siguientes:
- Se eliminaría la Mano Negra.
- Se interrumpiría cualquier campaña de desprestigio contra el Imperio.
- Los policías austro-húngaros participarían en Serbia en la investigación del magnicidio (asesinato producido por un miembro de la realeza.)
El ultimátum fue rechazado y el Imperio Austríaco declaró la guerra a Serbia.
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